Historia en palabras
Más recuerdos de los primeros años de Tigercat.
El éxito del célebre skidder
Estábamos en un festival forestal en Winnfield, Louisiana. La gente de Caterpillar se acercó a nuestro 630, todos con camisetas de helado y jactándose de que su 545 iba a dejar atrás a nuestro 630. Entonces dijimos “hagámoslo”. Subí al 630 y conduje hasta donde estaban realizando un concurso de skidders. Nos enganchamos al mismo tronco y el vendedor de Cat bajó una bandera. Tenía activado los bloqueos diferenciales, la garra esta baja y hacia adentro, y la cuchilla estaba baja. En la radio se escuchaba la canción de Faith Hill “The Way You Love Me”. Pisé suavemente el pedal hidrostático pero no me moví ni sentí nada. Cuando miré por la ventana trasera, ¡vi que el 545 estaba parado como un cohete espacial! Comenzó a girar la máquina de izquierda a derecha como si estuviera en el barro pero el extremo delantero estaba en el aire. Pensé que iba a volcar hacia atrás, entonces solté el pedal de avance. Cuando lo hice, su extremo delantero golpeó el suelo y su pie debió haberse salido del acelerador. Entonces presioné nuevamente el pedal hidrostático y comencé a arrastrarlo hacia atrás. Mi intención era arrastrarlo por toda la feria pero después de unos 15 m (50 pies), abrió la garra para liberarse del fantástico 630 y de pasar más vergüenza. Supuestamente había 1000 dólares en efectivo para el ganador pero todos los vendedores de Caterpillar se escondieron, ¡y no me dieron ni una moneda! Había al menos 200 contratistas forestales mirando.
– David Long, especialista en ventas, B & G Equipment y defensor de Tigercat desde mucho tiempo
El prototipo no probado corta árboles en DEMO 2000
Prototipo del feller buncher L830 de Tigercat
Siempre seguro, Tigercat llevó un prototipo no probado del feller buncher L830 a Kelowna en 2000 y procedió a utilizarlo en una pendiente muy pronunciada frente a miles de personas durante todo el primer día de la exhibición. Todo iba perfecto y los espectadores estuvieron allí sorprendidos hasta el final de la tarde cuando falló el acoplador entre el motor y las bombas, lo que dejó a la máquina varada casi en el mismo lugar donde se tomó esta foto, aproximadamente a 200 metros del costado del camino. Un grupo dedicado del personal de Tigercat esa noche subió a la montaña y permaneció hasta tarde cambiando el repuesto mientras todos los demás se quedaron hasta tarde divirtiéndose en Kelowna. Fue un gran trabajo quitar las bombas en esa pendiente y en la oscuridad. Terminaron consiguiendo un acoplador de repuesto, ¡de un competidor!