15th June 2019
George Deering comenzó a trabajar en el auto de sus sueños, un Ford Anglia 100E 1959, en el verano de 2000; llegaba habitualmente al trabajo cuatro horas antes de su turno de las 6:00 h para invertir algo de tiempo en la reconstrucción mientras otros aficionados solo podían soñar con tener un hot rod. Dieciocho años después, finalmente completó la tan esperada reconstrucción de su hot rod.
– Por Samantha Paul
George comenzó trabajando como un mecánico de mantenimiento en la fábrica originaria MacDonald Steel en la 1556 Industrial Road en Cambridge, Ontario, en 1981. En estos días, mantiene el mismo puesto de supervisor de mantenimiento en el mismo edificio, ahora una instalación de Tigercat, donde se producen feller bunchers sobre ruedas y mulchers. “Comencé con la compañía cuando las cosas eran pequeñas; era solo una pequeña fábrica hasta ese entonces. Soy el empleado de MacDonald Steel número cuarenta y nueve. Ahora nos llamamos los viejos muchachos”, comenta George.
El Anglia era el auto más austero y barato de los Ford británicos. Lacuesta Automotive diseñó el 100E. Estaba disponible en una versión de dos puertas llamada Anglia, y el modelo de cuatro puertas se llamaba Prefect. El modelo 100E tenía el volante del lado derecho y el modelo 101E del lado izquierdo para poder exportarlo a Norteamérica. El auto estaba bien construido. Sin embargo, debido a que era liviano, el auto demostró ser un problema cuando se encontraba con un viento cruzado fuerte.
En 1959, este vehículo se vendía por 1539 $.
George realizó la mayor parte del trabajo de reconstrucción del Ford Anglia 1959 en la 1556 Industrial Road. El Anglia se guardaba en un remolque de 13,7 m (45 pies) en el patio. George llegaba a la fábrica a las 2:00 h, lo entraba al edificio con un montacargas y trabajaba en él hasta las 6:00 h, cuando comenzaba su turno. George estaba agradecido de poder utilizar las grúas aéreas. “Podía levantarlo con la grúa y tenía las herramientas necesarias disponibles”, recuerda.
El proyecto en realidad comenzó con dos autos. Compró un vehículo por 1000 $ y un segundo por 200 $. “Estaban bastante deteriorados, entonces los corté a la mitad y los uní”, explica. George luego compró un motor completo, algunas ruedas y un diferencial. “Ya había gastado 5000 dólares en esto y todavía no le había hecho nada”, ríe.
El hot rod Anglia de George es totalmente artesanal y altamente modernizado. “Este proyecto requirió de mucho pensamiento y tiempo. Todo lo que tiene es nuevo”, explica George. Le colocó levantavidrios eléctricos, cierre de puertas eléctrico, aire acondicionado, control crucero y apertura de capó eléctrica. “Los autos en ese entonces eran más simples; es por eso que no tenía nada de eso originalmente”, comenta George. El auto no estaba equipado de fábrica con cinturones de seguridad en aquel momento; por lo tanto, también los instaló. Sin embargo, marcó un límite con el reposacabezas al concluir que no le darían ese aspecto de antiguo.
Se enviaron un total de 240 piezas desde el Reino Unido para la reconstrucción de George. El auto tiene amortiguadores Volvo, brazos de suspensión Jaguar y muñones Rambler. Es toda una mezcla. “No hay nada en el auto que sea usado. Todo es nuevo. Nuevos burletes en las puertas, nuevos burletes en ópticas traseras, nuevos burletes en ópticas delanteras”, comenta George.
Pasó incontables horas reconstruyendo su hot rod. Algunos trabajos le llevaron más de lo esperado y otros menos. George estaba gratamente sorprendido de lo fácil que fue colocar los frenos y el volante. El hermano de George se dedicó a la carrocería. “Le llevó cinco años terminarla. Es lento como yo”, ríe George.
Una vez que se realizó el tapizado y se instalaron los asientos y los vidrios, George pudo ver la luz al final del túnel. “Comenzó a parecerse a un auto real”, afirma.
Kirk, el hijo de George, trabaja en el departamento de mantenimiento con él. “Nos llevamos muy bien”, dice George. George planeaba terminar el auto para la graduación de secundaria de Kirk; sin embargo, él ahora tiene 33 años y recién este año el auto se puso en marcha. “No contengas la respiración”, ríe.
Dieciocho años después, George calcula que ha destinado un total de 80 000 $ en el auto. “No puedes hacer dinero con un hot rod”, explica George. “Es por eso que le digo a tipos de mi edad que están pensando en construir un hot rod que vayan y compren uno que ya esté hecho por 40 000 $. Puedes hacer dinero con un Cadillac clásico. Pero no con esta clase de proyecto”.
Este proyecto es un verdadero logro. George está muy agradecido con el propietario de Tigercat, Ken MacDonald, y con todos los empleados que lo ayudaron durante todos estos años. Si bien es un hombre modesto, George está muy orgulloso de sí mismo y está ansioso de mostrar su hot rod. Planea llevar su Anglia a distintas exhibiciones de autos esta primavera. “Este auto es único. ¡Seguramente va a llamar mucho la atención en las exhibiciones de autos por aquí!”
350 caballos de fuerza
344 ft-lb de torque
Motor completo
Cabezales de aluminio Edelbrock
Carburador Holley 600 CFM con base de aluminio
Distribuidor de alta energía Mallory
Múltiple de escape de acero inoxidable
Bombas de combustible y aceite de alto volumen
Cojinetes de cuatro pernos
Pistones forjados planos
Convertidor de torque de 2400 rpm
Transmisión 200R con kit de marchas
Eje de transmisión de aluminio de fabricación especial