1st November 2014
Hace poco, BTB visitó Cape Breton Highlands para indagar sobre el primer harvester 1135 del continente. Highland Pulp Ltd., una empresa con sede en Truro, Nueva Escocia, adquirió recientemente la máquina para operaciones de raleo fantasma.
Por Paul Iarocci
Highland Pulp es una empresa familiar dirigida por James Tompkins y tiene una larga historia en Cape Breton. El padre de James, Donald Tompkins, fue quien fundó Highland Pulp en 1962 y fue un pionero de la mecanización. Ya en 1965, operaba un harvester Beloit. En 1970, Donald adquirió un harvester Koehring para madera corta. “La usamos hasta 1989. Durante los últimos años, la utilizábamos para operaciones de preparación de emplazamientos”, explica James.
[Nota para el lector: Muchos de los miembros del equipo original de Tigercat vinieron de Koehring Waterous, un fabricante de máquinas pesadas ubicado en Brantford y que Timberjack adquirió en 1988].
Donald falleció en 1983 justo cuando culminaba la devastación de los bosques de Cape Breton que el gusano de pícea produjo durante muchos años. El brote terminó destruyendo cerca de 1,2 millones de hectáreas (3 millones de acres) de bosques y disparó una tala rasa a gran escala para rescatar lo más posible. Al final, no quedó nada de madera por cortar. Luego de la muerte de Donald, su hijo mayor, James, se encargó de dirigir el negocio. En 1989, trasladó la empresa desde el Valle de Margaree a Truro (en la parte continental de Nueva Escocia).
Ahora, unos 25 años más tarde, Highland Pulp volvió a Cape Breton Highlands para trabajar durante la corta temporada de verano. Entre sus tareas, se encuentran el raleo y la tala rasa de cosechas en los bosques marginales y, en gran parte, no controlados que se replantaron a raíz de la plaga de gusano de pícea. Los equipos de tala rasa de Highland Pulp utilizan una combinación de harvesters serie 845 y forwarders de 14 toneladas métricas de Tigercat. James compró su primer harvester H845B Tigercat en 2001 y el prototipo del forwarder 1014 de Tigercat en 2004. Hace poco, vendió el forwarder 1014; el harvester H845B sigue actualmente en funcionamiento. Extrañamente, el harvester se rompió apenas lo enviaron por una falla en el alternador. James y el gerente de distrito de Tigercat, Chris Baldwin, tenían miedo de que la máquina estuviese defectuosa. Sin embargo, las subsiguientes 35 000 horas de trabajo que se realizaron durante turnos dobles aplacaron sus preocupaciones iniciales. Este año, James le compró a Sandy Hodgson, gerente de Explotación Forestal de Wajax Equipment Maritimes, un nuevo harvester H845C que se entregará en enero de 2016. Highland Pulp cuenta con tres harvesters serie H845 en total.
Luego, en septiembre de 2014, Highland Pulp le compró a Wajax el primer harvester 1135 de Norteamérica después de que Hodgson y el gerente de distrito de Tigercat, Chris Baldwin, evaluaran en detalle las necesidades de la empresa. Baldwin tiene mucha experiencia con el harvester 1135 porque pasó muchos años trabajando en el mercado sueco. Este harvester se desarrolló en 2009 en Suecia para operaciones de primer raleo en plantaciones (o raleo fantasma). Irónicamente, es otro fantasma del bosque quien dicta el uso de esta técnica de cosecha de tan bajo impacto: la elusiva y amenazada marta americana. “Si no fuera por el raleo fantasma, la proveedora de papel Port Hawkesbury Paper no podría utilizar esta madera”, comenta James. El harvester 1135 de Highland Pulp trabaja en una porción de bosque que abarca unas 40 000 hectáreas (100 000 acres) en total, una tierra que está protegida por ser hábitat de la marta americana.
La última vez que se realizaron tratamientos de raleo fantasma en la provincia fue hace 10 años. La técnica está de vuelta y no solo para hábitats de marta americana en Cape Breton. También se la utiliza en el continente, donde los senderos de forwarder deben estar distanciados 30 m (100 ft) unos de otros para mitigar los peligros de árboles caídos por fuertes vientos y exacerbados por raíces poco profundas que son tan características de los bosques.
La idea es separar 30 m los senderos de ancho mínimo para forwarder. Luego, el harvester 1135 pasa dos veces entre los senderos y utiliza la grúa de 9,7 m (32 ft) para procesar la madera hacia el sendero más cercano a medida que se desplaza sin problemas por el bosque mientras quita árboles en un área basal de 20. El volumen del raleo se confirma después por medio de drones equipados con un LIDAR (detección y distancia por luz). El sistema LIDAR usa pulsos láser para generar perfiles 3D. Esto ofrece datos confiables sobre el inventario de las plantaciones, como volúmenes y distribuciones de diámetros.
A fines de octubre, el harvester 1135 y el resto del equipo de cosecha que se está utilizando en Cape Breton Highlands se trasladarán a Nueva Escocia porque no es posible la cosecha en la isla durante el invierno. El manto de nieve en las grandes alturas llega normalmente a los tres metros.
James tomó las riendas de Highland Pulp cuando era joven. Sus dos hermanos menores trabajan en el negocio. Robert es mecánico y Kevin opera las máquinas. James tiene dos hijos, Adam y Michael, que también trabajan en el negocio. Ambos están trabajando como aprendices de técnicos de equipos pesados. Actualmente, Adam está dirigiendo el equipo de raleo.
Jacob Curry, el operador del harvester 1135, nunca había trabajado con un harvester sobre ruedas. Sin embargo, solo le bastó pasar un mes con la máquina para adquirir confianza y lograr ser productivo en espacios reducidos. Los árboles son bajos, tienen muchas ramas y cubren una superficie muy densa. Esto limita la visibilidad y el espacio disponible para maniobrar. Si uno camina en la plantación detrás del harvester 1135, es casi imposible darse cuenta de que una máquina de 15 toneladas métricas acaba de pasar. El ancho de la máquina es extremadamente reducido y la grúa, que puede alcanzar distintos lugares entre árboles en pie, es fácil de maniobrar. Ambas características ayudan a mantener la perturbación del bosque a un mínimo absoluto. Un aspecto novedoso del harvester 1135 es que lleva un cabezal (Logmax 5000) más grande que el de cualquier máquina que opera en Suecia. Este era uno de los requerimientos de James, ya que necesitaba que el harvester fuera versátil para poder realizar trabajos con troncos grandes y de tala rasa, según fuera necesario.